Vivimos tiempos convulsos a causa del COVID-19, y la incertidumbre, por desgracia, a menudo es sinónimo de estafas. Gente que se aprovecha del miedo, del pánico, del tiempo libre o de la confusión generalizada.
Con ello, en los últimos días, hemos visto un incremento de correos electrónicos infectados y de phishing en la bandeja de entrada de muchos de nuestros clientes.
En la mayoría de los casos se trata de mensajes con archivos adjuntos o enlaces maliciosos. En ellos, por norma general se nos indica que se nos va a pagar una factura atrasada, o que hemos recibido un paquete, o incluso una multa.
El peligro no está en abrir el email, si no en abrir el adjunto o en clicar los enlaces adjuntos en los que se nos pide nuestros datos.
Aquí, os damos algunos consejos para no caer en ellos:
– Muy atento a las faltas de ortografía! (A menudo estos mensajes están escritos desde países extranjeros y comenten errores de sintaxis)
– Antes de clicar el enlace, ponte sobre él para ver a donde redigire, verás que es una dirección extraña.
– Entidades como DGT, bancos o Correos, nunca solicita datos vía email.
– Comprueba en tu Base de Datos o ERP si el cliente o proveedor pertenece a tu empresa. En caso de que así sea, llama por teléfono. Nadie va a regalarte dinero por la cara!
– Si has caído, ponte cuanto antes en contacto con las autoridades y denúncialo para que otros no piquen!
– Cuenta con nosotros y no dudes en contactarnos ante cualquier duda o mail sospechoso.